Por: Antonio Ojeda
Cuando se escucha el nombre de Carlos García lo primero que se viene a la mente de las personas es la “M” de los Navegantes del Magallanes.
Son pocos los hombres que tienen tanto arraigo con la institución filibustera. El “Almirante” es una figura que infunde respeto tanto a sus peloteros como a las personas que hacen vida alrededor del conjunto valenciano debido a esa gran entrega y pasión que siente por la camiseta que lo formó como pelotero y ahora como mánager.
Luego de un año en el que se tomó un descanso del béisbol norteamericano, García regresó para su sexta zafra al mando de la nave, con las energías recargadas y listo para sortear el vendaval de una temporada de béisbol tan complicada y única como la venezolana.
-¿Cómo fue el año sabático de Carlos García?
-Fue algo bastante positivo poder pasar tiempo con la familia. En la profesión de pelotero o técnico de beisbol cada vez que tiene más éxito te vas alejando de la familia y este fue un buen momento para reconectar con la rutina diaria de los niños, de las cosas que hay que hacer con la pareja y la pasé bastante bien.
Fue un año de descanso en el beisbol de los Estados Unidos, pero para Magallanes, fue un trabajo constante para armar a la novena eléctrica.
-¿Cómo fue esa experiencia de estar como scout de avanzada del Magallanes?
-Estuve mirando aquí y allá peloteros que iban a la ciudad de Búfalo. Tuve tiempo de compartir con peloteros que pensábamos que iban a estar desde temprano, pero que por su estadía en Grandes Ligas se hizo imposible y tuvimos que redireccionar, pero de verdad me siento muy contento por haber tomado esa decisión.
Ahora, García afronta una nueva temporada con un nuevo rango en su solapa al ser electo al Salón de la Fama del equipo, donde compartirá con figuras de renombre como Manuel Sarmiento, Luis “Camaleón” García e Isaías “Látigo” Chávez, lo que le genera una gran interrogante.
-¿Qué sentiste al momento de escuchar que fuiste electo al Salón de la Fama del Magallanes?
-Fue algo muy emotivo. De verdad que esperaba en algún momento estar al lado de los nombres que hicieron grande a esta organización a través de los años.
Nunca pensé que iba a ser tan pronto y escuchar de la voz de Juan José Ávila mi elección al Salón de la Fama fue un sentimiento de humildad, te repito, nunca pensé que iba a llegar tan pronto, pero me llena de orgullo y satisfacción.
Ser exaltado con el uniforme de Magallanes, no sé cuándo será la ceremonia, pero cuando se realice va a ser un momento muy especial para mí. Compartir con Álvaro (Espinoza), Alfredo Guadarrama y todas esas luminarias que pusieron al Magallanes en un sitial de honor me llenará de mucho orgullo.
-Con ese nuevo rango de Salón de la Fama ¿cómo se vive esta temporada?
-A lo mejor hay un poquito más de presión, pero siempre me he sentido comprometido con la organización. Siempre he tratado de hacer todo por el bien del equipo.
No hay nada que me haga mirar en una dirección diferente. Magallanes es una organización que ha sido fundamental en mi crecimiento como ser humano y profesional. Lo menos que puedo hacer es retribuirle. No sé si esto será suficiente, pero lo menos que puedo hacer es retribuirles de forma positiva.
Esa entrega que se ve a diario en la figura del mánager naviero es lo que intentan enseñar a sus peloteros, pero que por momentos puede resultar complicado.
-¿Cómo se transmite esa entrega por el equipo a las nuevas generaciones?
-El mensaje es claro y directo. No voy a permitir que se irrespete la organización. Uno como dirigente se comporta a la altura y es lo que se intenta enseñar a los peloteros. Esto es un compromiso nacional, de entrega, responsabilidad, actitud. Que cada vez que llegan al terreno de juego sientan que no llegaron al estadio, sino que llegaron a su segunda casa y debe ser protegida. Que cuando jueguen lo hagan con la pasión que esta camisa lo amerita y eso es lo que yo trato de proyectar.
El destino le permitió entrar en la historia de la novena filibustera mucho antes de ser elegido al templo de los inmortales.
Con el título que consiguió ante Caribes de Anzoátegui en la final de 2013, García se unió a Lázaro Salazar y Gregorio Machado como los únicos en ganar un título con el Magallanes siendo peloteros activos y luego como mánager, algo que es de destacar en 70 años de pelota.
-¿Se disfruta más un campeonato como pelotero o como mánager?
-Las dos cosas se disfrutan igual, comentó entre risas, recordando ese título conseguido ante el Caracas en la zafra de 1993-1994.
Como pelotero estás activo en el terreno, haciendo las jugadas y ejecutando. Como mánager también se vive la intensidad de poner el juego junto, armar toda la estrategia, trabajar y motivar a los muchachos.
Esa rivalidad era increíble. Como vivíamos la serie, todos trabajaban, cómo se sufría, pero de verdad que fueron momentos muy buenos. Si tuviera que hacer un libro ese sería uno de los momentos cumbres.
-Si en un hipotético futuro te tocara estar alejado del Magallanes ¿estarías dispuesto a dirigir a otro equipo?
-De nuevo regresa la cordial risa de García quien, con el corazón en la mano pero de manera profesional, responde.
Yo soy un profesional y mis servicios están dispuestos si se presenta esa situación, pero, en realidad, en este momento no creo. Magallanes representa mucho para mí y verme jugar contra Magallanes sería difícil.
Aunque mi último año como pelotero activo fue con los Tigres de Aragua, con el respeto que se merece esta organización, nunca fue lo mismo.
Es un sentimiento diferente y me resulta difícil verme con otro uniforme. Aunque uno nunca sabe qué le tiene deparado la vida, pero de verdad que sería muy difícil verme con otro uniforme.
-¿Y si ese otro equipo que te llamara fuera el que representara a Venezuela en el Clásico Mundial?
-Totalmente. Ya la selección de Venezuela en el Clásico Mundial de Béisbol sería un sueño a realizar.
Representar al país, llevar en la camisa el nombre de mi país, buscaría de llevarlo lo más alto que se pueda, no hay privilegio más grande que dirigir a la selección nacional de nuestra pelota.
Esperemos que Dios me dé la oportunidad y que la gente que tiene las riendas pueda escuchar mi opinión si en algún momento piensan que yo puedo ser un candidato para comandar a la vinotinto.
Esperó su momento
El “Almirante” retoma nuevamente las riendas de Navegantes, pero ahora con más credenciales luego de ser exaltado al Salón de la Fama de la organización carabobeña
Una de las cosas por las que tuvo que esperar fue la oportunidad de dirigir al Magallanes. En el 2008 comenzaron las conversaciones, pero no se dieron las cosas.
Fue en la 2009-2010 cuando por fin se dio su gran oportunidad.
“Mi mente siempre estuvo puesta en dirigir al equipo porque esa era la única forma de hacer diferencia. Tomar las riendas, tratar de imponer las cosas que tú piensas que necesita el equipo y la oportunidad llegó ese año y desde allí todo ha sido historia” confesó.
Datos
Nace el 15 de octubre de 1967 en Ciudad Bolívar, estado Bolívar.
En cuatro temporadas como mánager, siempre ha clasificado a la postemporada
Es una de tres personas que han ganado título como pelotero (1994) y mánager (2014) con la nave
Estuvo 10 temporadas en la pelota venezolana, bateando de por vida para .289.
Debut en Venezuela fue en la campaña 1986-1987 se estrenó con los Navegantes del Magallanes.
Cuando se escucha el nombre de Carlos García lo primero que se viene a la mente de las personas es la “M” de los Navegantes del Magallanes.
Son pocos los hombres que tienen tanto arraigo con la institución filibustera. El “Almirante” es una figura que infunde respeto tanto a sus peloteros como a las personas que hacen vida alrededor del conjunto valenciano debido a esa gran entrega y pasión que siente por la camiseta que lo formó como pelotero y ahora como mánager.
Luego de un año en el que se tomó un descanso del béisbol norteamericano, García regresó para su sexta zafra al mando de la nave, con las energías recargadas y listo para sortear el vendaval de una temporada de béisbol tan complicada y única como la venezolana.
-¿Cómo fue el año sabático de Carlos García?
-Fue algo bastante positivo poder pasar tiempo con la familia. En la profesión de pelotero o técnico de beisbol cada vez que tiene más éxito te vas alejando de la familia y este fue un buen momento para reconectar con la rutina diaria de los niños, de las cosas que hay que hacer con la pareja y la pasé bastante bien.
Fue un año de descanso en el beisbol de los Estados Unidos, pero para Magallanes, fue un trabajo constante para armar a la novena eléctrica.
-¿Cómo fue esa experiencia de estar como scout de avanzada del Magallanes?
-Estuve mirando aquí y allá peloteros que iban a la ciudad de Búfalo. Tuve tiempo de compartir con peloteros que pensábamos que iban a estar desde temprano, pero que por su estadía en Grandes Ligas se hizo imposible y tuvimos que redireccionar, pero de verdad me siento muy contento por haber tomado esa decisión.
Ahora, García afronta una nueva temporada con un nuevo rango en su solapa al ser electo al Salón de la Fama del equipo, donde compartirá con figuras de renombre como Manuel Sarmiento, Luis “Camaleón” García e Isaías “Látigo” Chávez, lo que le genera una gran interrogante.
-¿Qué sentiste al momento de escuchar que fuiste electo al Salón de la Fama del Magallanes?
-Fue algo muy emotivo. De verdad que esperaba en algún momento estar al lado de los nombres que hicieron grande a esta organización a través de los años.
Nunca pensé que iba a ser tan pronto y escuchar de la voz de Juan José Ávila mi elección al Salón de la Fama fue un sentimiento de humildad, te repito, nunca pensé que iba a llegar tan pronto, pero me llena de orgullo y satisfacción.
Ser exaltado con el uniforme de Magallanes, no sé cuándo será la ceremonia, pero cuando se realice va a ser un momento muy especial para mí. Compartir con Álvaro (Espinoza), Alfredo Guadarrama y todas esas luminarias que pusieron al Magallanes en un sitial de honor me llenará de mucho orgullo.
-Con ese nuevo rango de Salón de la Fama ¿cómo se vive esta temporada?
-A lo mejor hay un poquito más de presión, pero siempre me he sentido comprometido con la organización. Siempre he tratado de hacer todo por el bien del equipo.
No hay nada que me haga mirar en una dirección diferente. Magallanes es una organización que ha sido fundamental en mi crecimiento como ser humano y profesional. Lo menos que puedo hacer es retribuirle. No sé si esto será suficiente, pero lo menos que puedo hacer es retribuirles de forma positiva.
Esa entrega que se ve a diario en la figura del mánager naviero es lo que intentan enseñar a sus peloteros, pero que por momentos puede resultar complicado.
-¿Cómo se transmite esa entrega por el equipo a las nuevas generaciones?
-El mensaje es claro y directo. No voy a permitir que se irrespete la organización. Uno como dirigente se comporta a la altura y es lo que se intenta enseñar a los peloteros. Esto es un compromiso nacional, de entrega, responsabilidad, actitud. Que cada vez que llegan al terreno de juego sientan que no llegaron al estadio, sino que llegaron a su segunda casa y debe ser protegida. Que cuando jueguen lo hagan con la pasión que esta camisa lo amerita y eso es lo que yo trato de proyectar.
El destino le permitió entrar en la historia de la novena filibustera mucho antes de ser elegido al templo de los inmortales.
Con el título que consiguió ante Caribes de Anzoátegui en la final de 2013, García se unió a Lázaro Salazar y Gregorio Machado como los únicos en ganar un título con el Magallanes siendo peloteros activos y luego como mánager, algo que es de destacar en 70 años de pelota.
-¿Se disfruta más un campeonato como pelotero o como mánager?
-Las dos cosas se disfrutan igual, comentó entre risas, recordando ese título conseguido ante el Caracas en la zafra de 1993-1994.
Como pelotero estás activo en el terreno, haciendo las jugadas y ejecutando. Como mánager también se vive la intensidad de poner el juego junto, armar toda la estrategia, trabajar y motivar a los muchachos.
Esa rivalidad era increíble. Como vivíamos la serie, todos trabajaban, cómo se sufría, pero de verdad que fueron momentos muy buenos. Si tuviera que hacer un libro ese sería uno de los momentos cumbres.
-Si en un hipotético futuro te tocara estar alejado del Magallanes ¿estarías dispuesto a dirigir a otro equipo?
-De nuevo regresa la cordial risa de García quien, con el corazón en la mano pero de manera profesional, responde.
Yo soy un profesional y mis servicios están dispuestos si se presenta esa situación, pero, en realidad, en este momento no creo. Magallanes representa mucho para mí y verme jugar contra Magallanes sería difícil.
Aunque mi último año como pelotero activo fue con los Tigres de Aragua, con el respeto que se merece esta organización, nunca fue lo mismo.
Es un sentimiento diferente y me resulta difícil verme con otro uniforme. Aunque uno nunca sabe qué le tiene deparado la vida, pero de verdad que sería muy difícil verme con otro uniforme.
-¿Y si ese otro equipo que te llamara fuera el que representara a Venezuela en el Clásico Mundial?
-Totalmente. Ya la selección de Venezuela en el Clásico Mundial de Béisbol sería un sueño a realizar.
Representar al país, llevar en la camisa el nombre de mi país, buscaría de llevarlo lo más alto que se pueda, no hay privilegio más grande que dirigir a la selección nacional de nuestra pelota.
Esperemos que Dios me dé la oportunidad y que la gente que tiene las riendas pueda escuchar mi opinión si en algún momento piensan que yo puedo ser un candidato para comandar a la vinotinto.
Esperó su momento
El “Almirante” retoma nuevamente las riendas de Navegantes, pero ahora con más credenciales luego de ser exaltado al Salón de la Fama de la organización carabobeña
Una de las cosas por las que tuvo que esperar fue la oportunidad de dirigir al Magallanes. En el 2008 comenzaron las conversaciones, pero no se dieron las cosas.
Fue en la 2009-2010 cuando por fin se dio su gran oportunidad.
“Mi mente siempre estuvo puesta en dirigir al equipo porque esa era la única forma de hacer diferencia. Tomar las riendas, tratar de imponer las cosas que tú piensas que necesita el equipo y la oportunidad llegó ese año y desde allí todo ha sido historia” confesó.
Datos
Nace el 15 de octubre de 1967 en Ciudad Bolívar, estado Bolívar.
En cuatro temporadas como mánager, siempre ha clasificado a la postemporada
Es una de tres personas que han ganado título como pelotero (1994) y mánager (2014) con la nave
Estuvo 10 temporadas en la pelota venezolana, bateando de por vida para .289.
Debut en Venezuela fue en la campaña 1986-1987 se estrenó con los Navegantes del Magallanes.
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