Esta temporada pocas han sido las alegrías de los Astros de Houston, el equipo con el peor récord en Grandes Ligas. Sin embargo, entre las satisfacciones del conjunto, por no decir la única, está el rendimiento, desempeño y carisma de José Altuve.
En su primera campaña completa en el máximo nivel, el diminuto pelotero venezolano se ha convertido en la cara, presente y futura, de la organización.
Ser visto como el referente de los Astros en estos momentos es algo que se ganó Altuve con su trabajo en el terreno, especialmente en la primera mitad de la temporada, y que coincidió con la salida de jugadores veteranos, como Carlos Lee y Wandy Rodríguez, principalmente.
De hecho, el segunda base fue el único representante de la novena en el Juego de Estrellas de este año.
Esa relevancia que ha adquirido a los 22 años de edad, no le ha hecho perder su norte ni conformarse con lo que ha mostrado hasta ahora en las mayores.
"Sólo trato de tomarlo por la forma positiva, lo único que quiero es seguir jugando duro y que me sigan dando el chance", contó Altuve, en el Wrigley Field de Chicago, antes del tercer encuentro de la serie de tres que los Astros disputan con los Cachorros.
En lo que va de campaña el venezolano es el líder de Houston en los departamentos ofensivos de promedio al bate (.300), hits (131), dobles (29), triples (4), extrabases (33), carreras anotadas (67) y porcentaje de embasamiento (.354).
Son esos los registros que han puesto a todos a hablar de Altuve como el punto referencial de los Astros, organización con la que debutó el 20 de julio de 2011.
Mantener esa actuación sobresaliente durante toda la campaña no ha sido un ejercicio fácil para el segunda base de Houston, uno de los peloteros más pequeños de Grandes Ligas, con una estatura de 1.67 metros -- según la guía de medios del equipo. Ha tenido que ajustarse a los lanzadores, quienes a medida que transcurre la temporada lo han conocido mejor y, por ende, le han lanzado más fuerte.
"Siempre que uno sale al terreno tiene que enfrentar a pitchers muy buenos, porque como todos sabemos, las Grandes Ligas es de bastante nivel. Ellos hacen sus ajustes. De lo que ellos vayan viendo conmigo, de lo que me comiencen a lanzar o dejen de lanzar yo voy haciendo los ajustes también", dijo Altuve, quien al inicio de la temporada era retado constantemente con rectas y ahora lo están trabajando más con pitcheos quebrados, específicamente con curvas.
El venezolano, quien ha tenido algunas variaciones en su producción luego del Juego de Estrellas, asegura que el cansancio de la larga temporada aún no le ha afectado y eso en parte por la buena preparación que hizo antes y durante los entrenamientos de primavera.
"Trabajé mucho en el gimnasio y en la preparación de mi cuerpo, creo que ahora estamos viendo los frutos de esos trabajos", expresó.
Altuve se convirtió el lunes en apenas el cuarto segunda base en la historia de los Astros en sumar al menos 25 robos en una temporada, explotando una de sus dimensiones: la velocidad.
"Me han dado el chance de correr, le he buscado la clave a los pitchers para poder correr y he aprovechado eso", dijo el venezolano al explicar la clave de su éxito para estafar almohadillas.
El rendimiento registrado por Altuve lo ha colocado como uno de los mejores jugadores de posición en las mayores al tomar en cuenta su ofensiva y defensiva.
Lejos de conformarse con lo que hasta el momento ha hecho en su primera temporada completa en Grandes Ligas, Altuve mira hacia delante, hacia el futuro y señala aspectos que aún quiere mejorar en su juego para así sacarle un mayor provecho a sus oportunidades y, obviamente, ser un mejor pelotero.
"Sí, estoy satisfecho con lo que he realizado, pero creo que todavía puede ser mejor. Creo que sería bueno comenzar a tocar la bola, porque no lo he hecho este año, no me siento cómodo haciendolo, pero si lo práctico, quizás lo pueda aprender", dijo.
Ese enfoque en continuar desarrollándose y aprendiendo del juego, además del disfrutar lo que representa estar en Grandes Ligas, con los mejores peloteros, hace que Altuve no le preste atención al entorno que hay alrededor de los Astros, que este año han perdido más encuentros que ningún otro equipo en las mayores, unos 79 juegos.
"Todos sabemos que no hemos ganado muchos juegos, pero tenemos que salir al terreno a jugar duro y ver qué pasa. Eso -- la situación del equipo -- no influye para nada en el ánimo o la motivación de uno eso. Estemos ganando o perdiendo tenemos que venir aquí con la misma actitud y eso es lo que he venido haciendo y lo que me ha dado resultados", aseguró el segunda base.
La irreverencia de Altuve, tanto en su personalidad como en su desenvolvimiento en el juego, es lo que lo tiene como la cara de los Astros, que esperan seguir contando con su producción e intensidad. /Por Billy Russo
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