CHICAGO -- Ver al atlético, delgado y espigado Alcides Escobar realizar jugadas sensacionales en el campocorto no sorprende, porque por ello es calificado como uno de los mejores defensores de su posición en Grandes Ligas. Pero que finalmente haya encontrado la forma de demostrar sus cualidades ofensivas, esas que vieron en él los Cerveceros de Milwaukee y que han hecho pensar a los Reales de Kansas City en conformar a su alrededor el futuro del equipo, sí.
El pelotero venezolano de 1.86 metros y 88 kilogramos, según señala la guía de medio de los Reales, está en la mejor campaña de su carrera en las mayores, en donde debutó el tres de septiembre de 2008. Eso, porque le ha sumado a su juego, que ya mostraba solidez y solvencia con el guante, una buena producción con el bate.
Esa combinación llevó a que el manager de Kansas City, Ned Yost dijera, en el U.S. Cellular Field de Chicago, donde enfrenta una serie de tres juegos ante los Medias Blancas, que Escobar "se ha convertido en el jugador que todos pensamos podía ser y todavía le falta por desarrollarse".
Escobar, quien tiene 25 años de edad, lidera a los Reales en promedio al bate esta campaña, con average de .300; es tercero en dobles, con 23; primero en triples, con cinco; quinto en carreras remolcadas, con 38; cuarto en anotadas, con 44; y segundo en bases robadas, con 20. Todo eso sin contar que posee el tercer porcentaje de embasado más alto del equipo, con .340; y el cuarto registro más elevado de slugging (.412) y OPS (.751).
¿Cómo ha logrado eso un pelotero que en sus primeros dos años completos en Grandes ligas tuvo máximos de .254 de average, 21 dobles, diez triples, 46 impulsadas, 69 registradas, 26 estafas y promedio de .290 de OBP, .343 de SLG y .633 de OPS?
"Hasta el año pasado él era un atleta con un cuerpo muy delgado y débil, para este año su cuerpo se ha desarrollado y está más fuerte. También ha cambiado su approach, está utilizando más todo el terreno. Le está dando más a la bola hacia el jardín derecho, entre el derecho y el central y eso le ha dado buenos resultados", explicó Yost, quien ha seguido la carrera de Escobar desde que este se inició con Milwaukee, en el 2003. En esa organización, incluso, lo dirigió.
"Ahora he tenido muchísima más paciencia y he tratado de llevar los conteos más largo en los turnos. A veces me desesperaba mucho y le hacía swing al primer pitcheo que veía, fuera curva, slider o cambio", dijo Escobar, quien explicó por qué esa paciencia no se traslada en una mayor cantidad de boletos: "Lo de la paciencia ha sido en seleccionar mejor los pitcheos, porque las bases por bolas que pueden esperar de mi son 30 o 40, de ahí no voy a pasar, porque siempre estoy haciendo swing y soy agresivo en el home".
El campocorto también fortaleció su cuerpo antes de la campaña, con un plan de entrenamiento físico impuesto por el equipo y que consistía en trabajo con pesas.
La temporada ofensiva que registra el venezolano le ha servido para tomar mayor protagonismo en Grandes Ligas y no ser conocido solamente por su defensa, por esas jugadas que hace hacia adelante, hacia atrás, hacia la derecha o hacia la izquierda en el campocorto, donde también exhibe uno de los mejores brazos para un jugador de su posición.
"Ya muchos saben quién soy yo, porque gracias a Dios siempre me han catalogado por mi defensa, pero ahora como estoy bateando un poco mejor pienso que me van a ir conociendo poco a poco y cada día más", comentó.
El manager de los Reales espera a que esa exposición que, casi a diario, está registrando Escobar en los medios le sirva para ser reconocido al final de la campaña como un legítimo candidato para ganarse el Guante de Oro.
"Espero que este sea el año en que él gane el Guante de Oro. Todos sabemos que es un gran campocorto, con un gran guante y un mejor brazo", dijo Yost.
Pero más allá de lo que se describe del venezolano, de su buen año con el bate y de la calidad defensiva que no para de exhibir, el estratega de Kansas City señala que nada de eso es lo más valioso de su jugador.
"Lo mejor de Alcides, como pelotero, no está en lo que hace con su guante ni lo que está produciendo con su bate, sino las ganas y la energía con las que sale a jugar todos los días. Él disfruta el juego y eso se le contagia a sus compañeros", aseguró Yost.
Y es cierto que a Escobar siempre se le ve alegre, bromeando y disfrutando de estar dentro de un diamante, teniendo la oportunidad de jugar pelota. Esa es una cualidad natural e inherente a su personalidad.
"Siempre he jugado a la pelota riéndome y hablando, haciendo cualquier cantidad de cosas en el terreno. Que yo sepa la pelota es un juego, aunque es un trabajo también, pero cuando uno está dentro del terreno de pelota es un juego y uno tiene que salir a divertirse, eso es lo que dicen todos los managers", expresó el venezolano, quien sigue esa filosofía al pie de la letra. /Por Billy Russo
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